Restauración: patrimonio y autoría

En la edición de 2022 del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) se realizó una mesa redonda con el título “Restauración: patrimonio y autoría”, en el marco de las actividades especiales del área profesional coordinada por Michelle Jacques-Toriglia. De la misma participaron Gabriel Lerman en representación de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA por sus siglas en inglés), Leandro Listorti, en representación del Museo del Cine de la Ciudad de Buenos Aires, Fernando Madedo en representación del laboratorio Cubic Restoration y Beto Acevedo como miembro de la Asociación de Amigos del Museo del Cine y en su calidad de moderador de la charla.

En la Sala B del Centro Cultural San Martín, institución que es sede principal del BAFICI, inició la charla Beto Acevedo presentando a los participantes y dándole la palabra a Leandro Listorti, quien realizó una larga presentación sobre las tareas que realiza el Museo del Cine desde 2007, bajo la dirección de Paula Félix-Didier, y mostrando imágenes mediante diapositivas de algunos de los proyectos llevados a cabo. Listorti señaló que la institución cumplió 50 años y que tiene una larga trayectoria en los temas propuestos para la mesa.

“El Museo del Cine cumplió 50 años y parte del trabajo más importante que hacemos es sobre las películas tanto en fílmico como en video y las colecciones que incluyen premios, guiones, afiches, etc. Nuestro trabajo tiene que ver con conservar los materiales de la mejor manera posible hasta que alguien las restaure, si bien el museo hace un trabajo muy importante en la restauración, es muy minúsculo en relación a lo que deberíamos estar haciendo porque el Museo del Cine no posee un presupuesto anual y es algo apremiante; el material fílmico es noble pero también tiene un límite, porque muchas veces no está en buenas condiciones y se hace necesario y urgente hacer algo al respecto, y no siempre estamos listos o tenemos las condiciones perfectas para hacerlo.”, señaló Listorti, dando cuenta de las limitaciones con las que cuenta la institución.

Seguido a ello, Fernando Madedo señaló que al asumir el cargo al frente de la Cinemateca Nacional (CINAIN) en 2016, la situación en que se hallaba el patrimonio cinematográfico era muy crítica especialmente con las películas producidas en la era digital, dado que “Argentina tiene un depósito obligatorio que es un instrumento legal muy importante de la preservación audiovisual, lo tiene desde la sanción de la Ley de Cine en 1957, que obliga a hacer un depósito de las películas que se realizan con ayudas del Estado, pero en el paso al digital aparece todo un período que no se sabía qué se guardaba y no había tampoco ninguna normativa que definiera qué se debía depositar, y fue una primera acción que permitió al menos desde 2017 que el cine de la era digital no se pierda para siempre mediante la implementación de políticas de preservación digital específicas”.

Asimismo destacó la importancia de los materiales secundarios y no sólo de los rollos fílmicos, dado que en muchos casos también son necesarios y se vuelven importantes para la restauración. “Hemos tenido un caso en Cubic Restoration, laboratorio especializado en restauración fílmica, un proyecto en donde teníamos el negativo original de la película pero no teníamos copia y el negativo estaba siendo utilizado en toda la extensión del fotograma y no teníamos referencia del formato, de la relación de aspecto o ventanilla como también se suele denominar y los autores no estaban vivos, y nos permitió recuperar el formato original los elementos materiales e inmateriales, en el primer caso una revista de la industria de la época y en el segundo el testimonio de una fuente directa, un ex laboratorista que procesó la película.”, dijo en alusión a un proyecto de restauración realizado por el laboratorio a su cargo.

En relación a la pérdida del patrimonio cinematográfico en la era digital entre 2011 y 2017 cuando no existía política al respecto, Beto Acevo se permitió recordar una triste cifra de nuestro cine, “debemos decir que el 90% del cine mudo y el 50% del sonoro está absolutamente perdido, la importancia de la conservación y la importancia de que cuando aparece algo en la casa de alguien la alegría que eso representa”, dijo entusiasmado en su rol directivo a cargo de la Asociación de Amigos del Museo del Cine. Gabriel Lerman en tanto, se permitió realizar una aclaración, trasladando el problema a otros países “no es un fenómeno argentino, es un fenómeno mundial, incluso en Estados Unidos donde se ha perdido muchísimo”, señaló. El periodista miembro de la Hollywood Foreing Press Association (HFPA) señaló que todo lo que se estaba diciendo implicaba también la necesidad de contar con financiación para llevar adelante los proyectos “de la envergadura que se están realizando en Argentina”, dando cuenta de un problema no menor como es el de los presupuestos con los que se cuentan para realizar este tipo de tareas.

“Lo que nosotros tenemos es lo que falta aquí para el trabajo tan maravilloso que hacen ustedes, que son los recursos”, expresó Lerman y prosiguió: “nuestra organización produce todos los años los Globos de Oro, eso nos permite tener una cantidad de dinero importante que podemos destinar a diversas causas culturales, una parte de ese dinero se utiliza para cineastas del futuro ayudando por ej. a ir a la universidad a las promesas de directoras o directores de cine con becas que aportamos, otra cantidad de dinero se utiliza para organizaciones culturales y la tercera parte se destina a la restauración fílmica. La asociación tiene un comité de restauración que analiza año a año qué películas deben restaurarse. Hemos ayudado a películas como Roma de Fellini, los cortos de los hermanos Lumiére o una película argentina como La bestia debe morir, restauración llevada a cabo por la Noir Film Foundation.”.

Seguido a ello, Acevedo comentó que asiduamente productores y directos lo llaman especialmente para preguntarle dónde pueden ubicar a los negativos de sus películas y dejó planteada una reflexión: “en las escuelas de cine no hay ni siquiera una materia que se llame preservación audiovisual, muchos productores y directores todavía me llaman preguntando por sus negativos, porque son todavía un nicho de negocio, y no saben dónde están, y no tienen idea la cantidad de películas incluso contemporáneas del cine argentino que no se saben dónde están los negativos, con lo cual tampoco se podría hacer un trabajo de restauración con calidad.”

Madedo en tanto, señaló que desde la Sociedad por el Patrimonio Audiovisual se realiza todos los años la Diplomatura en Preservación y Restauración Audiovisual (DiPRA) “en donde no sólo se enseñan todas las tareas que se llevan a cabo en proyectos de preservación y restauración, sino que además desde la DiPRA hemos querido contribuir a cambiar la realidad del patrimonio audiovisual en la región latinoamericana y por ese motivo se estableció que el trabajo final con el que se recibe el diploma es un proyecto que debe ser realizado y atender algún problema específico de nuestro patrimonio con ayuda y contribución de la DiPRA. Así han aparecido proyectos importantísimos, como la recuperación de un archivo completo de un estudio de cine argentino clásico, también se encontraron películas que se creían perdidas, se han desarrollado digitalizaciones, etc.”

Asimismo se realizaron diversas intervenciones del público, en las que se señalaron por un lado la necesidad de contar con políticas públicas y que la preservación audiovisual sea un tema central para el Estado como así también la problemática que tiene la preservación digital en nuestros días como la oportunidad de realizar digitalizaciones que se actualicen a los nuevos estándares. Al respecto Listorti señaló que “hoy las películas más críticas son las que fueron realizadas en formato digital, porque está el tema justamente de los códecs y de los aparatos que pasan a ser obsoletos y son necesarios para la conservación de esos materiales digitales en el futuro.”, dando cuenta también del peligro que corren las obras audiovisuales en la era de las llamadas (actuales) nuevas tecnologías.

Por otra parte, otra participante del público planteó el problema de la gran producción de contenidos audiovisuales que se realiza en la actualidad y preguntó a la mesa sobre cómo y quién decide qué se conserva y qué no se conserva. Al respecto Listorti señaló cómo vienen trabajando en el Museo del Cine en esa materia: “en un principio es solo mantener todo el cine argentino pero también cuando vemos otro tipo de material que vale la pena resguardarlo, hacemos nuestras reglas para arreglárnosla como nos parezca”. Madedo, por su parte, señaló: “la pregunta es excelente, porque justamente plantea el problema de la preservación sobre la cantidad enorme de contenidos audiovisuales que se producen, en efecto, esta charla se está grabando y la pregunta que nos hacemos es ¿quién la conservará? Y entonces aparece la cuestión de quiénes son las personas que deciden qué se preserva y qué no se preserva, en ese caso el cuerpo colegiado que es el Consejo Asesor de la CINAIN es ejemplar y en parte tiene su génesis en uno muy antiguo como es el caso de la Comisión Nacional de Monumentos, que está conformado por profesionales representativos y que tienen una palabra autorizada para debatir entre distintas posiciones qué se conserva y qué no”.

Por último, una joven del público tuvo una emotiva última intervención, por el valor de lo que señaló y por su mensaje a los presentes: “es importante señalar que los archivos tienen una triple función social, por un lado preservar para la historia, por otro preservar para la memoria pero sobre todo dar la posibilidad de ejercer derechos plenos”, dijo. Acevedo cerró la charla retomando sus dichos y afirmó “hablamos de restauración y conservación, pero no hemos hablado sobre el acceso, y es algo sumamente importante, la difusión, es decir, el objeto final de conservar y restaurar es justamente difundir la obra cinematográfica, que se vea.”


*Imágenes: La fotografía de portada es gentileza de Fernando Brenner y la fotografía en el cuerpo del artículo es gentileza de Alejandro Ojeda.

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