Este 6 de febrero, la Cinemateca de Cuba celebra su 65º aniversario, reafirmando su compromiso con la preservación y difusión del patrimonio fílmico nacional e internacional. Desde su fundación en 1960 bajo los auspicios del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), la institución ha desempeñado un papel esencial en la conservación de la memoria cinematográfica.
A lo largo de su historia, la Cinemateca ha resguardado una valiosa colección de películas, revistas especializadas, textos críticos y carteles, convirtiéndose en un referente para investigadores y amantes del cine. Su misión ha sido establecer un diálogo constante entre el público y el séptimo arte, ofreciendo acceso a materiales que enriquecen el conocimiento sobre la evolución cinematográfica.
En palabras de su director, Luciano Castillo: «Seis décadas después, no obstante logros incuestionables —entre estos promover ¡y lograr!, la inscripción en la Memoria del Mundo de la UNESCO, de los negativos del Noticiero ICAIC Latinoamericano y de la colección de carteles cubanos de cine—, la Cinemateca de Cuba, inconforme por naturaleza, acomete acciones impostergables destinadas a la salvaguarda de patrimonio fílmico nacional bajo su custodia. Todo esfuerzo destinado a su restauración y preservación, reclama la mayor atención y recursos posibles. Cada día que transcurre sin acometer alguna tentativa por rescatar al menos un minuto de imágenes de toda época y en cualquier soporte, es un día perdido de consecuencias imprevisibles para el presente y el futuro.»
Para conmemorar este hito, la Cinemateca ha organizado una programación especial que se extenderá del 6 al 9 de febrero con el ciclo: ¡65 aniversario de la Cinemateca de Cuba! curado por Antonio Mazón Robau, quien funge de Programador de la entidad hace 35 años y presto a proyectarse en el cine 23 y 12. Este aniversario no solo celebra seis décadas y media de labor ininterrumpida, sino también el compromiso continuo de la Cinemateca de Cuba con la cultura y la memoria fílmica, asegurando que este legado perdure para las generaciones futuras.